Juan Manuel Reyes Cruz 26 de enero de 2011
Comerciantes del centro histórico se presentaron con el presidente municipal Benjamín Galván Gómez, para quejarse de la presencia de prostitutas las 24 horas del día, “guías de turistas” carteristas, corrupción de agentes de tránsito y policía quienes bajo cualquier pretexto detienen a clientes el primer cuadro de la ciudad para extorsionarlos sin mediar motivo o simplemente cuando los ven salir de algún bar, por ese solo hecho les piden dinero para no infraccionarlos por conducir en estado de ebriedad aun sin subirse a la unidad motriz. Antonio Benavides Alanís, fue el primer quejoso en un hecho histórico ya que en ninguna administración municipal se escuchaba este tipo de quejas públicamente. Fueron más de 50 comerciantes del llamado Centro Histórico, quienes le pidieron al alcalde entre otras peticiones reparar las banquetas, que se encuentran en pésimo estado. Otra de las sentidas quejas fue la vendimia de los ambulantes que pagan de soborno 50 pesos diarios a inspectores de comercio informal quienes les permiten vender en las primeras cuadras en una clara competencia desleal. "Los comerciantes ambulantes deben ser reubicados, hay una propiedad abandonada en más de media cuadra frente a Salinas y Rocha (en Pino Suárez y Ocampo), donde bien pudieran caber los negocios de comida que hoy estorban en las calles y banquetas", afirmó Valle. De igual manera piden alumbrado público, drenaje, imagen urbana y servicios públicos, mismos que Benjamín Galván señaló serán atendidos por las áreas de la administración municipal competentes. “Es muy importante escuchar, de viva voz, a quienes viven en el Centro Histórico, cuáles son las necesidades y las medidas que se pueden aplicar para el correcto funcionamiento de este importante sector que tiene necesidades diferentes a las del resto de la ciudad, precisamente por encontrarse en la frontera misma, lo que la convierte en una zona de especial atención, pues de esta depende mucho la imagen y primera impresión que obtiene el turista que ingresa a México” comentó el alcalde. De las encerronas en las primeras cuadras de la ciudad en los eventos llamados callejoneadas están se convierten en un peligro y preocupación para la ciudadanía "Que no haya alcohol, porque convierte todo en problemas, en peligro, en preocupación, con chicos y chicas malas, más que familias", opinó un señor de 72 años.
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