Juan Manuel Reyes Cruz 6 de marzo de 2013.
Como situación
lamentable calificó el cónsul de México en Laredo Texas, Miguel Ángel Isidro,
el que se cuente con un número elevado de repatriaciones de menores de edad, ya
que esto significa que muchos de ellos se encuentren en peligro de su vida al
intentar cruzar a Estados Unidos para reunirse con su familia o bien buscar una
vida mejor. El 2012, autoridades mexicanas reportaron la deportación de 900 menores, la mayoría está entre los 12
años a 17 años; el 2011, fue un 50 por ciento
menos que el año pasado, esto es alrededor de 500, “nosotros lo que buscamos es
contar con una comunicación con autoridades de inmigración del lado mexicano,
para tener contacto con los menores y buscar integrarlos con sus familiares una
vez que son deportados, porque ellos son parte de un vínculo familiar, que
muchas veces se rompe al ingresar a otro país de manera ilegal”. Isidro, dijo
que es difícil obtener información de los menores que son entrevistados, en
busca de saber del por qué cruzan la frontera, exponiendo su vida, pero si
aclara que la mayoría lo hace para ir en busca de algún familiar, ay que padres
o hermanos que viven en Estados Unidos, y aprovechan para invitarlos a ese país,
aunque en ello existan diversos peligros. Agregó que cuando reciben a los
menores contactan al Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF)
para entregarlos a sus familiares. 
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