Juan Manuel Reyes Cruz 12 de abril de 2012.
A casi dos años de la inundación que sufrieron habitantes de Anáhuac y Rodríguez Nuevo León, la madrugada del 6 de julio de 2010, la pobreza parece ensayarse con esas dos comunidades ubicadas a tan solo 62 kilómetros de la frontera con Texas. Comunidades con 20 mil habitantes, quienes vivían la mayoría del ganado y del campo, hoy ven con tristeza, como aún no se levantan del duro golpe al perder todo y no ven un futuro claro. El centro de las ciudades aparece pavimentado, pero en las orillas, solo pobreza, calles de tierra y lodo cuando llueve, casuchas, rodea a lo que aparentan ser viviendas que pretenden ser dignas, y sirven como techo de quienes perdieron hasta las mascotas. Se quejan ante IMAGEN, de la falta de apoyo de los tres niveles de gobierno o mala repartición de ayuda, después de perder documentos personales, muebles, dinero, simplemente todo. “Nos quedamos en la calle, no tenemos nada, aquí en el municipio nadie nos ayuda, tocamos puertas, hablamos con quienes nos dan la cara, pero el presidente nunca nos atiende, se la pasa en Monterrey” dijo María de la Luz Tapia Cisneros, madre de 4 hijos, quien amablemente, pero con tristeza, mostró su humilde vivienda, o lo que construyó después de la inundación, localizada en callejón 5 de mayo en Rodríguez, Nuevo León. En un recorrido por esta ciudad, las familias se dicen desesperadas porque ya no cuentan con fuentes de trabajo, “Cerró la maquiladora Delphi, cerró la empresa de madera, no llega nada señor, ayúdenos y de conocer lo que padecemos en esta ciudad, estamos abandonados, nadie nos hace caso, ningún medio saca nada, los tienen comprados” terció Ana Isabel Otero González. A lo que se refiere la neolonesa, es al cierre de la maquiladora Delphi, que daba trabajo a más de 75 personas; otra una empresa constructora de muebles, con 350 vacantes decidió cerrar sus puertas y otros tantos negocios de abarrotes, ropa, muebles, zapaterías, se fueron de las dos ciudades ante la falta de capital circulante. Por su parte Viviana Esmeralda Torres Guerrero, Guadalupe Cevallos Salazar, Josefina Sánchez Martínez, Norma, Alicia Chavarría Garza, Javier de la Rosa Muñiz, Silvia Sánchez Llanas, María Limón Vázquez y Sanjuana del Pilar Cortéz Torres, hablan de los problemas políticos que padecen desde hace mas de 20 años, todo manejado por solo cuatro personas, la mayoría de ellos ex alcaldes en diferentes ocasiones y que tienen culpa de la pobreza que se palpa: Mucio Mauricio Gallegos, Desiderio Urteaga Ortegón, Jesús Barraza Jacob y Gerardo Espino. “Se pasan el poder unos a otros y de que sirve, vea como está la ciudad, si, el centro y la estrada se ven bien, pero vea todas estas calles, las casas, no tenemos trabajo, nuestros maridos, la mayoría va a Laredo a trabajar o se cruzan de mojados para el otro lado, aquí no hay vida” comentaron las madres de familia. En un sondeo entre 30 personas, la mayoría mujeres, que portaban ropa gastada con el tiempo y de bajo costo, sin excepción y sin dudar, reclaman la falta de oportunidades del actual gobierno encabezado por el alcalde Santos Javier Garza García, quien aseguran, rara ocasión se encuentra en presidencia o en la ciudad, y aclaran que ni SEDESOL, menos el gobierno estatal, sabe lo que realmente pasa en ese lugar. En la calle La Escondida, el municipio “invirtió” 20 millones en pavimentación, “Pero solo son unas cuantas cuadras” se queja la vecina Ana Otero. Una vecina que apenas construyó una pequeña vivienda con láminas, y madera usada que compró a préstamo, mostró sus muebles que aún presentan huellas de la inundación “ Mire: se ve hasta donde les llegó el agua, vea mis colchones, la estufa, nos la prestaron, no tenemos piso de cemento, vamos a SEDESOL, vamos al municipio y siempre salen con lo mismo: que ya no hay, que se acabó el recurso, vea como vivimos, ¿Cree que esto es justo?”, pregunta a este reportero Yahnel Sandoval Padrón, esposa de Gonzalo Torres y padres de 7 menores. María Magdalena Sandoval, se queja del abandono de empresa ferroviarias que durante mas de 20 años, dejaron en el olvido a mitad del monte y entre la maleza, en lo que hoy es la colonia 20 de Noviembre, un tanque de ferrocarril, sentado en un par de vías el que supuestamente está lleno de algo, pero ninguna autoridad hace algo al respecto. Representantes del gobierno de Anáhuac, no saben que carga el contenedor abandonado ya no le dan solución, a pesar de que se encuentra a menos de 5 metros de una vivienda de lámina y barrotes usados. El presidente municipal Santos Javier Garza García, no contestó al llamado de IMAGEN, a pesar de responder la llamada al secretario del ayuntamiento, David Garza, quien apenas tiene trabajando como tal lo que va del mes de abril, lugar que ocupa, porque el anterior secretario municipal, Guadalupe Gutiérrez, se separó del cargo para ser candidato propietario a la diputación federal por esa ciudad. Otro grupo de personas desea que se de a conocer “al mundo” las anomalías que señalan en esas comunidades y que desean que intervenga de verdad el gobierno federal.
VÍCTOR AGUILAR MUÑOZ
JESUS MOTA
LUIS REYNALDO ESPARZA
DAVID ESPARZA
HÉCTOR HUGO CAVAZOS RODRÍGUEZ
ROBERTO DE LA ROSA SÁNCHEZ
EFRAÍN TEJADA CERVANTES
FIDEL AGUIÑAGA
MANINO TAMEZ
ROSARIO CEVALLOS SALAZAR
SANJUANA DELGADO
ELVA BELEN RAMIREZ CORNEJO
MA. MAGDALENA SANDOVAL PADRÓN
ESTHER ARRIAGA CAMPOS
MARCELINO LIRA HERNÁNDEZ
SONIA ISABEL SANDOVAL PADRÓN
YANETH SANDOVAL PADRÓN
MANUELA CHAVARRÍA GARZA
JUAN MANUEL MADRIGALES PÉREZ.
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