REGIDOR ASEGURA QUE SI LO HACEN. DEPORTADOS PROBLEMA SOCIAL PARA LA FRONTERA.
Texto y fotos Juan Manuel Reyes Cruz 31 de marzo de 2014.
El cónsul de Estados Unidos en Nuevo Laredo, David Zimov, aseguró que elementos de inmigración de ese país, deporten extranjeros no mexicanos por la frontera, ya que existen filtros que evitan que centroamericanos o de otros países, sean deportados como mexicanos. En Nuevo Laredo, se atiende en La Casa del Migrante, en el centro de refugio temporal municipal lo mismo a Hondureños que Salvadoreños o de otros países, porque llegan sobre todo en temporadas de bajas temperaturas y la mayoría de ellos, aseguran haber sido deportados. David Zimov, cónsul general de Estados Unidos en Nuevo Laredo, aseguró a IMAGEN, que los filtros para evitar que se deporten centroamericanos por Nuevo Laredo, se da con entrevistas a cada uno de los deportados por personal del consulado mexicano en Laredo Texas y por elementos de la patrulla fronteriza, que platica con ellos, para asegurarse que los deportados solo serán mexicanos. “La gente que llega de Centroamérica, regresa a Centroamérica, según los datos que tengo toda la gente que regresan a México tiene entrevista con el consulado e en Laredo Texas, este es un proceso que funciona muy bien, por eso digo que son muy pocos los casos de centroamericanos que actúen como mexicanos, para ser deportados a México” dijo el embajador americano. Estados Unidos si deporta extranjeros por esta frontera, afirma el gobierno municipal a través del regidor Luis Cavazos Cárdenas, presidente de la comisión de desarrollo social, quien señaló que por las deportaciones masivas de mexicanos y extranjeros por esta frontera, el albergue municipal se ha saturado aun más que en tiempo de frio, en estos días se han llegado a atender a mas de 140 repatriados. La mitad de ellos de otro país como Honduras y El Salvador. Cavazos Cárdenas, señaló que esto es un problema fuerte para la ciudad, ya que la gente deportada al no tener empleo o dinero, la necesidad los obliga a delinquir, por lo que el problema ya es más grande y ahí es donde todos los niveles de gobierno le deben trabajar “No cuentan con empleo, no tienen oportunidades, la necesidad los obliga a robar, y es difícil deportar a los extranjeros a su país, y no sabemos como enfrentar esta problemática ya que muchos de ellos no tienen donde quedarse” acotó el regidor neolaredense. El director de protección civil Ulises Ochoa, aseguró que de cada 10 albergados que buscan refugio temporal, 7 son originarios de otros países, y dijo que su dependencia no es la encargada de deportar a quienes llegan de otros países a solicitar refugio ante bajas o altas temperaturas. Los centroamericanos en su largo peregrinar por México, aseguran Sufrir humillaciones, maltratos, amenazas de bandas organizadas que les exigen el pago de 100 dólares para no arrojarlos del tren conocido como la bestia o en el peor de los casos, secuestrarlos para pedir rescate a sus familiares para su liberación. Zenón Alberto Rivera, nacido en Honduras, llegó a Nuevo Laredo, acompañado de su joven esposa embarazada para intentar cruzar al otro lado de la frontera. Falló en su primer intento y hoy se encuentra desesperado pidiendo limosna a quien se encuentra en la calle para comer él y su mujer. “ Dejé todo en Honduras, intentamos cruzar pero es imposible, nos piden mucho dinero en dólares, hemos encontrado racismo contra nosotros, ya no sé qué hacer, en Honduras, ganaba 800 lempiras por semana y no me alcanzaba para vivir, está muy devaluada nuestra moneda, más de 20 lempiras por dólar” comentó entre sollozos que no cesaron en la entrevista. Francisco Paz Ramos, emigrante hondureño, al ser entrevistado por IMAGEN, dijo que llegó a esta frontera prácticamente desmayado, débil y sin saber que hacer, pero deseaba regresar a Estados Unidos, después de ser deportado. Por su parte, Ángel María Zábila, desea llegar a Michigan, donde ya trabajó hace años y donde ganaba de 60 a 70 dólares, en el corte la manzana, el espárrago, calabaza, y el durazno. Otro centroamericano, que esperaba la oportunidad de trabajar como migrante en el país del norte, Dimas Chinchía, nació en el Salvador, y es uno más que se vino a la aventura con una edad de 42 años, donde quiere realizar un viejo sueño “para tener un mejor futuro ya que en nuestros países todo está perdido, aunque sé que no hay mucho trabajo, sé que a través de familiares nos pueden colocar” dijo mirando al piso, con la firme intención de no fallar en su intento. Aseguró el entrevistado que ya trabajó de ayudante de albañil en compañía de un hermano en los Ángeles California, donde ganaba cerca de 100 dólares diarios.
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