Juan Manuel Reyes Cruz 9 de mayo de 2014.
Marlen Baeza Hernández, una mexicana que fue
deportada hace 7 años, madre de dos hijos nacidos en Estados Unidos y esposa
del naturalizado estadounidense Gustavo Salmerón,
llegará mañana a Nuevo Laredo, para intentar cruzar la frontera a Laredo Texas,
aun con el temor de ser arrestada por ser este su segundo intento de ingresar
al país del norte sin contar con documentación de migrante o visa de turista. Su
esposo, Gustavo Salmerón, dijo a unos
cuantos metros del rio bravo, en territorio americano, que es un esfuerzo que realizará
su esposa para reunirse con él y sus hijos ya que ella fue deportada por mal trabajo de
los abogados de inmigración que vieron su caso y que después de 10 años de
conocerla y 7 de matrimonio, ya no pudo emigrarla. “El único recurso para
traerla a Estados Unidos, es pedir asilo político, ya que ella vive en una
ciudad de las más peligrosas como es el Estado de México, ella tratará de
cruzar junto con su abogado, no hay nada claro hasta el momento, pero puede
arrestarla por algún tiempo” dijo Salmeròn. El mexicano por nacimiento y
naturalizado americano, reconoció que su esposa, la primera ocasión que cruzó
lo realizó de manera ilegal, y que en Ciudad Juárez, después de la revisión de
la documentación, la castigaron por 20 años. “Tratamos de seguir todo al pie de
la letra, fuimos engañados por un abogado hace 10 años, nuestra separación cuenta
con mucho miedo, dolor, y cada vez que voy a visitarlos a México, escucho
balaceras, asaltos y eso me da mucho
miedo” dijo Salmeròn. Gustavo,
actualmente trabaja como educador en una escuela de Chicago Illinois y este día,
se acercó al río bravo en Laredo Texas, a un lado del puente internacional número
uno, donde mañana recibirá a su esposa, sin saber que les depara el destino. Salmeròn
colocò en la cerca del parque los dos Laredos, una carta de su hijo Said
Salmeròn, escrita en inglès que dice que es ciudadano americano “y he vivido en México desde
hace seis años con mi mamá y mi hermana
por problemas con inmigración”. En la carta redacta por un niño de 11 años,
señala lo peligroso que es vivir en México
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