viernes, 11 de julio de 2014

POR UN MAÑANA MEJOR. FLUJO MIGRATORIO DE CENTROAMERICANOS.



Texto y fotos. Juan Manuel Reyes. Julio de 2014. 


Laredo Texas.
Crisis Humanitaria.
El flujo migratorio de centroamericanos  a  Estados Unidos, creció de manera increíble en los últimos seis meses. Mujeres y niños llegan principalmente de Honduras, víctimas de la inseguridad, violencia, falta de trabajo y justicia social. Elementos de la patrulla fronteriza, capturan a  más de 300 personas diarias que no portan documentos de inmigración, lo que provocó que los nueve centros de detención en Laredo Texas, se encuentren saturados de ilegales. Personal federal, que los tiene bajo custodia, ha decidido dejarlos en libertad con una orden de presentación ante un juez de inmigración, mientras se resuelve su situación legal. La orden entregada a los ilegales de otros países, que no sean mexicanos, es por  un plazo de 30 días, que lleva fotografía, nombre y firma, para ser identificados y no sean nuevamente arrestados por elementos de la patrulla fronteriza. La central camionera Greyhound, desde hace varios dias, aloja  y recibe a cientos de inmigrantes de Honduras, Guatemala, Salvador y otros países de Centroamérica, principalmente mujeres y niños pequeños, o menores de edad, que comen lo que la gente les da y duermen como pueden. No tienen a dónde ir, pero esperan pronto  tener comunicación con sus familiares que residen en el norte de Estados Unidos para reunirse con ellos.  Cada día llegan a la frontera mexicana, cientos de indocumentados entre ellos, menores  de edad, que  tratan de cruzar la frontera entre México y Estados Unidos, algunos lo logran, otros no, la meta es llegar con sus padres en el interior del país del norte. El problema de sobre población existe en el centro de detención migratorio en Laredo Texas, ya que la capacidad para 1,500 personas,  fue rebasada en los últimos meses, por lo que deciden dejarlos en libertad en la central de autobuses de esta frontera, para que tomen el camino que más les convenga. Algunos de los detenidos se quejaron de maltratos en los centros de detención, por parte de los guardias  en el sector Laredo, ante la desesperación de niños que lloraban por comida, las madres cargan niños de brazos, algunos de meses de nacidos, y edades entre los 2 y 5 años, quienes duermen en el suelo, con aire frio, sin tomar en cuenta el estado físico en que llegan.

Lo que dice los gobernantes .
El congresista federal Henry Cuellar, dijo a Imagen,  que se reunió  con el Embajador hondureño Jorge Ramón Hernández Alcerro, para  hablar de la llegada de hondureños a Estados Unidos, detenidos  en centros federales de Laredo Texas.  "Están experimentando una crisis humanitaria en la frontera, pero carecen de las políticas necesarias para enfrentarlo, en la reunión  con el Embajador de Honduras, establecimos nuestro compromiso compartido de lucha contra la inmigración ilegal de centroamericanos a Estados Unidos, y nuestro deseo de trabajar conjuntamente para oponerse a las organizaciones de contrabando que han enviado miles de niños que llegan sin compañía de adultos  en la frontera desde el inicio de este año” dijo Cuellar. El cónsul de México en Laredo Texas, Miguel Ángel Isidro, aseguró que  personal de la embajada mexicana, está en constante contacto en los centros de detención migratoria de esta frontera, para saber si hay mexicanos ilegales para estudiar su situación. “Nosotros hacemos visitas diarias y platicamos con los mexicanos, muchos de ellos prefieren la deportación voluntaria   y son enviados a México nuevamente; en el caso  de los centroamericanos es su embajada la que estudia ese caso” dijo a Imagen el cónsul Isidro. Negó tener conocimiento de quejas o de maltrato hacia mexicanos por  agentes que trabajan en los centros de detención.
El jefe de prensa de la patrulla Fronteriza, en el sector Laredo, Berin Salas, comentó que los agentes de la patrulla fronteriza, se dedican a confiscar froga y capturar indocumentados para enviarlos a los centros de detención en Laredo, pero una vez adentro, son otras la autoridades que se encargan de los ilegales una vez que son encarcelados. Personas humanitarias, les llevan lonches y comida para hacer menos penosa su estancia en la central de autobuses de Laredo Texas.


Lo que dicen y padecen los migrantes.
“Padecemos de de intimidaciones y nos avientan  la comida por debajo de las puertas, nos gritan y nos meten a cuartos muy fríos” dijo Carmen, quien asegura ser originaria de Tegucigalpa.  Hondureñas que se encontraban en  la central de autobuses de Laredo Texas, informaron que fueron dejadas en libertad, principalmente las mujeres que cargan hijos menores de edad.” Nos dejaron en libertad, porque ya está muy lleno ese lugar, estamos aquí, en la espera de que nuestros familiares nos envíen dinero o vengan por nosotras” dijeron dos hondureñas que cruzaron el rio bravo con sus hijos. La primera  de ella, con uno de tres años y la segunda con tres de sus hijos, con la esperanza de reunirse con su esposo. “Es muy difícil el trayecto, pagué cerca de tres mil dólares para venirme para acá, crucé con mi hijo y ahora con este papel que me dieron, me voy hasta Orlando para reunirme con mis familiares, pero me dicen que tengo que presentarme a corte en un mes y hablar con un juez de inmigración” dijo Iríndira de 37 años de edad. Al fondo mientras platicábamos con la centroamericana, se observaba un pequeño de tres años recostado en el suelo, sin colchas, sin almohadas que lo cubriera o protegiera.
Sueños truncados.
Luz Elena García, a punto de llorar, confesó que el llegar a la frontera mexicana, le dejó mucho dolor y tristeza  abandonar su país, pero tenía que hacerlo ya que no hay trabajo, ni futuro en Honduras. “Me vine con tres de mis hijos, voy hasta Chicago, ya que allá me espera mi esposo, no se crean de lo que dicen de que aquí se llega a ganar mucho dinero, es mentira en el trayecto, te maltratan, te amenazan los policías federales de México y otras personas te amenazan con hacerte daño si no les das dinero” dijo García.

Reacción social y el impacto ante la ciudadanía.
Ante la llegada de casi 100 migrantes ilegales a Laredo Texas cada 24 horas, las iglesias católicas de la localidad, pidieron este domingo en su misa semanal, una segunda colecta para llevar comida, ropa y medicinas a centroamericanos que son dejados por elementos de la patrulla fronteriza en estaciones de autobuses sin dinero, enfermos y sin saber que hacer. Los centros de detención son insuficientes  ya que estos se encuentran llenos ya que cada día cruzan un sin número de ilegales con la esperanza de alcanzar una visa humanitaria y llegan mujeres acompañados de menores e incluso niños en brazos. Aun no se sabe que harán autoridades municipales y del condado de webb, ante este fenómeno social. La estación de autobuses Greyhound a partir de la segunda semana y ante la avalancha de ayuda de la ciudadanía, ya no acepta donaciones en su terminal. El congresista federal, Henry Cuellar, destacó la mala información que  reciben principalmente madres hondureñas.  “Los hondureños, salvadoreños y guatemaltecos, piensan que se van a quedar aquí, porque allá les dicen los polleros que así será, que si vienen con niños no los van a deportar y lamentablemente así ha sido a últimas fechas, dado el enorme tránsito de gente de aquellos países”, explicó Cuellar. Las cifras que presentan autoridades federales, son de 48 mil detenidos solo en el mes de mayo  y 140 mil en lo que va del año en todo el sur de Texas. Esta crisis requiere de una respuesta multi agencias que involucra al Departamento de Seguridad Interna, al Departamento de Justicia y al Departamento de Salud y Servicios Humanos que deben aportar personal para instalar un centro de procesamiento de ilegales en la frontera.
¿Por qué el éxodo en  masas de Honduras?
Hondureñas entrevistadas en la central de autobuses Greyhound de Laredo Texas, dijeron huir de su país, por amenazas contra sus familiares y por la pobreza que se vive en Centroamérica, donde apenas alcanzan a ganar alrededor de dos mil lempiras, esto es alrededor de 100 dólares al mes. Vendiendo lo que pueden, logran reunir tres mil dólares, para cruzar a Estados Unidos, acompañados de sus hijos menores de edad, quienes sufren por la falta de comida y ropa después de ser detenidos. “Los agentes de la patrulla fronteriza, nos tratan mal, nos tiran la comida, nos avientan las bandejas al piso y nos dicen, que es para que aprendamos a no venir para acá” dijo una Hondureña identificada como Flor. Ella, llegó acompañada de tres hijos, quienes aseguraron ya su destino a Illinois. Otra persona que no se quiso identificar, dijo que a los que exigen comida o mejor  trato en los centros de detención , los encierran en una “hielera” , “Si es un cuarto muy frio, nos tratan mal, nos gritan, ellos dicen que no, pero si nos tratan de lo peor, no nos golpean, pero a uno que se atrevió a exigirles mejor trato, lo encerraron en la hielera y ese cuarto está muy frío, son bien malos” dijo la madre de dos hijos, de 8 y 7 años.
Racismo y reacción contra la prensa.
Al momento de la entrevista un oficial de seguridad, les pidió que se retiraran de la estación de autobuses para ser entrevistas, al tiempo que pidió a este reportero no tomar fotografías ni entrevistar a nadie, con la consigna de llamar a un agente de seguridad para ser desalojados. Esta acción, desalentó a otras personas que esperaban turno para ser entrevistados. “ No tome fotografías, no puede hacer entrevistas aquí porque tiene que hablar al corporativo Greyhound , salgase de aquí” fue la petición de quien sus compañeros identificaron como encargado de seguridad en la central de autobuses  de Laredo Texas.
Un caso patético y real.

Llegan a la frontera en busca del sueño americano. Pero muchas ocasiones se quedan en el intento ante la falta de dinero y oportunidades para cruzar a Estados Unidos. Sufren humillaciones, maltratos, amenazas de bandas organizadas que les exigen el pago de 100 dólares para no arrojarlos del tren conocido como la bestia o en el peor de los casos, secuestrarlos para pedir rescate a sus familiares para su liberación. Zenón Alberto Rivera, nacido en Honduras, llegó a Nuevo Laredo, acompañado de su joven esposa embarazada para intentar cruzar al otro lado de la frontera.  “ Dejé todo en Honduras, intentamos cruzar pero es imposible, nos piden mucho dinero en dólares, hemos encontrado racismo contra nosotros,  ya no sé qué hacer; en Honduras, ganaba 800 lempiras por semana y no me alcanzaba para vivir, está  muy devaluada nuestra moneda, más de 20 lempiras por dólar” comentó . Narró que a su llegada a esta frontera, un grupo de personas intentaron secuestrarlo, pero al gritar su esposa, desistieron sus captores “No taremos dinero para comer, menos para dar” reflexionó. Zenón, quien cuenta apenas con 26 años de edad y no sabe cuál es su futuro. Otro migrante de los más de mil que llegan diario a esta ciudad con la idea de cruzar a Estados Unidos, dijo que es muy difícil llegar a la frontera “ Te golpean, te amenazan, si no traes dinero para pagarle a los grupos criminales , ellos creen que cargamos mucho dinero, yo me vine del Salvador con 400 dólares que me envió mi hermano de Houston, con eso llegué sin antes dar la mitad porque me querían quitar todo, ” dijo con voz entrecortada, pero triste porque en el camino y la aventura, perdió a un primo que al sentirse amenazado por bandas criminales  , se echó a correr al  entrar a México, en Chiapas.   Nuevo Laredo es la frontera que recibe más deportados que llegan del norte y que representa para autoridades municipales una erogación de 100 mil pesos mensuales. La cantidad no es tan importante si se toma en cuenta que lo que verdaderamente falta es coordinación entre los tres niveles de gobierno con autoridades de inmigración americana, que envían por esta frontera a más mil personas que no cuentan con documentos para trabajar en aquel país.
Es urgente una solución de autoridades locales.
Al parecer no hay solución para resolver este problema o no hay actitud por parte de las autoridades que  todo indica, no les interesa el problema de insalubridad, enfermedades,  e inseguridad que viven las madres e hijos hondureños, hacinados  en la central de autobuses Greyhound de Laredo Texas. Autoridades sanitarias de esa población fronteriza y oficiales policiacos, deben tomar en cuenta que estas personas ya están en los ojos del mundo y de racistas que no comulgan con su llegada.
Al no contar con regaderas, y baños en cantidad igualable para más de 100 personas  que duermen y comen en la central camionera, los problemas de salud y gastrointestinales, aflorarán de un momento a otro, convirtiendo ese lugar en una pandemia, ya que nadie sabe que enfermedades portan posiblemente algunos de ellos, desde su lugar de origen o contagiados en el trayecto, al tocar tierra, agua contaminada, cruzar el rio bravo y lagos desde Honduras hasta Estados Unidos.
El gobierno municipal y estatal de Texas, deben construir de urgencia baños públicos y regaderas, así como dormitorios para tanta gente abandonada a sus suerte por la patrulla fronteriza, ya que si no se les permite trabajar, por lo menos que tengan donde asearse y un lugar limpio para dormir.
Nadie se quiere quedar,  todos van al norte, aunque habrá algunos que es su primera ocasión que cruzan, y no encuentran futuro para subsistir.

Esta historia tiene continuación, mientras en Honduras, Guatemala, El Salvador y México, no le den al pueblo lo que necesita: Trabajo y educación.

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