Juan Manuel Reyes Cruz
18 de junio de 2014.
Laredo Texas. El flujo migratorio que se da a los Estados Unidos, creció de
manera increíble con el arresto de más
de 300 personas diarias que no portan documentos de inmigración, y los nueve centros
de detención en Laredo Texas, se encuentran saturados de mexicanos y
centroamericanos. Es por eso que personal federal, que los tiene bajo custodia,
ha decidido dejarlos en libertad con una orden de presentación ante un juez federal,
mientras se resuelve su situación. La orden entregada a los ilegales de otros países,
que no sean mexicanos, es por un plazo
de 30 días, que lleva fotografía, nombre y firma, para ser identificados y no
sean nuevamente arrestados por elementos de la patrulla fronteriza. La central
camionera de Laredo Texas, desde hace dos días, aloja a cientos de inmigrantes
de Honduras, Guatemala, Salvador y otros países de Centroamérica,
principalmente mujeres y niños pequeños o menores de edad, que comen lo que la
gente les da y duermen como pueden. No tienen a donde ir, pero esperan pronto tener comunicación con sus familiares que
residen en el norte de Estados Unidos para reunirse con ellos. Cada día llegan cientos de indocumentados
entre ellos, menores de edad, que escoltados por sus padres, tratan de
cruzar la frontera entre México y Estados Unidos, algunos lo logran, otros no,
pero el problema de sobre población existe en el centro de detención migratorio
en Laredo Texas, ya que la capacidad para 1,500 personas, fue rebasada en los últimos meses, por lo que
deciden dejarlos en libertad en la central de autobuses de esta frontera, para
que tomen el camino que más les convenga. Algunos de los detenidos se quejaron
de maltratos en los centros de detención, por parte de los guardias en el sector Laredo, ante la desesperación de
niños que lloraban por comida, las madres cargan niños de brazos, algunos de
meses de nacidos, y edades entre los 2 y 5 años, quienes duermen en el suelo,
con aire frio, sin tomar en cuenta el estado físico en que llegan.
Se quejaron de gritos de los custodios , de intimidaciones y de aventarles la comida
por debajo de las puertas. El congresista federal Henry Cuellar, dijo a Imagen, que se reunió con el Embajador hondureño Jorge Ramón
Hernández Alcerro, para hablar de la
llegada de hondureños a Estados Unidos y que son detenidos en centros federales de Laredo Texas. "Están experimentando una crisis
humanitaria en la frontera, pero carecen de las políticas necesarias para enfrentarlo,
En la reunión con el Embajador de
Honduras, establecimos nuestro compromiso compartido de lucha contra la
inmigración ilegal de centroamericanos a Estados Unidos, y nuestro deseo de
trabajar conjuntamente para oponerse a las organizaciones de contrabando que
han enviado miles de niños que llegan sin compañía de adultos en la frontera desde el inicio de este año” dijo
Cuellar. Por su parte el cónsul de México en Laredo Texas, Miguel Ángel Isidro,
aseguró que personal de la embajada mexicana,
está en constante contacto en los centros de detención migratoria de esta
frontera, para saber si hay mexicanos ilegales para estudiar su situación. “Nosotros
hacemos visitas diarias y platicamos con los mexicanos, muchos de ellos
prefieren la deportación voluntaria y son
enviados a México nuevamente; en el caso
de los centroamericanos es su embajada la que estudia ese caso” dijo a
Imagen el cónsul Isidro. Negó tener conocimiento de quejas o de maltrato hacia
mexicanos por agentes que trabajan en
los centros de detención. Hondureñas que se encuentran en la central de autobuses de Laredo Texas, informaron
que fueron dejadas en libertad, principalmente las mujeres que cargan hijos menores
de edad.” Nos dejaron en libertad, porque ya está muy lleno ese lugar, estamos aquí,
en la espera de que nuestros familiares nos envíen dinero o vengan por nosotras”
dijeron dos hondureñas que cruzaron el rio bravo con sus hijos. La primera de ella, con uno de tres años y la segunda
con tres de sus hijos, con la esperanza de reunirse con su esposo. “Es muy difícil
el trayecto, pagué cerca de tres mil dólares para venirme para acá, crucé con
mi hijo y ahora con este papel que me dieron me voy hasta Orlando para reunirme
con mis familiares, pero me dicen que tengo que presentarme a corte en un mes y
hablar con un juez de inmigración” dijo Iríndira de 37 años de edad. Al fondo mientras
platicábamos con la centroamericana, se observaba un pequeño de tres años
recostado en el suelo, sin colchas, sin almohadas que lo cubriera o protegiera.
Luz Elena García, a punto de llorar, confesó que el llegar a la frontera
mexicana, le dejó mucho dolor y tristeza abandonar su país, pero tenía que hacerlo ya
que no hay trabajo, ni futuro en Honduras. “Me vine con tres de mis hijos, voy hasta
Chicago, ya que allá me espera mi esposo, no se crean de lo que dicen de que aquí
se llega a ganar mucho dinero, es mentira en el trayecto, te maltratan, te amenazan
los policías federales de México y otras personas te amenazan con hacerte daño
si no les das dinero” dijo García. El jefe de prensa de la patrulla Fronteriza,
en el sector Laredo, Berin Salas, comentó que los agentes de la patrulla fronteriza,
se dedican a confiscar froga y capturar indocumentados para enviarlos a los
centros de detención en Laredo, pero una vez adentro, son otras la autoridades
que se encargan de los ilegales una vez que son encarcelados. Personas humanitarias,
les llevan lonches y comida para hacer menos penosa su estancia en la central
de autobuses de Laredo Texas.